XXXIII Congreso de Comunicación y salud
del 25 al 27 de abril 2024
Atención Primaria.
Múltiples demandas asistenciales.
Enfoque individual
Manuel y María son una pareja de 85 y 84 años, respectivamente. En las últimas semanas han solicitado varias asistencias domiciliarias de los servicios de urgencias, por lo que citamos a ambos y a sus hijos en consulta para abordar de forma integral la situación biopsicosocial de ambos.
Enfoque familiar y comunitario
Viven solos en una segunda planta sin ascensor. Tienen tres hijos: Ana, Juan y Pedro.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Abordaje socio-familiar, paciente frágil, déficit de autocuidado.
Tratamiento y planes de actuación
Durante la consulta presencial, Manuel verbaliza sentirse más ansioso e intranquilo en los últimos dos meses. Tiene pensamientos negativos sobre la muerte que le ocasionan insomnio. Nos transmite sus creencias: «me siento abandonado por mis hijos», y sus expectativas: «mi hija es la que debe encargarse del cuidado de sus padres».
Ana, su hija, nos verbaliza que trabaja mañana y tarde, y usa las dos tardes libres que tiene a la semana para pasar tiempo con sus padres y organizar los cuidados de ambos. Se siente sobrepasada porque le demandan una atención diaria que no puede darles.
Les pregunto a los otros dos hermanos, Juan y Pedro, qué piensan al respecto y qué solución se les ocurre para poder abordar el problema familiar.
Al comprender que su hermana se encontraba sobrepasada y que confesaba una merma en su estado de salud mental, se muestran compasivos y dispuestos a llegar a una organización familiar más equitativa.
Analizamos las prioridades y expectativas de cuidados que tienen Manuel y María y negociamos con los hijos solicitar una entrevista con el Trabajador Social del Centro de Salud para gestionar una Ley de Independencia y la ayuda domiciliaria.
Evolución
Manuel y María acuden a consulta dos meses después, me comentan que han solicitado la ayuda, y que mientras tanto han contratado una ayuda a domicilio de una vecina que estaba en desempleo.
Enfrentarse al envejecimiento y a la pérdida de funcionalidad puede suponer un punto de inflexión en la salud de nuestros pacientes, y realizar un abordaje médico-paciente-familia de forma temprana supone mejorar la calidad de vida durante el envejecimiento y reducir la tasa de complicaciones que pueden darse en una situación de paciente frágil.