V Jornadas de Ecografía de la semFYC
9 y 10 de febrero de 2024
Enfoque individual
No alergias conocidas. Fumadora de 5 cigarillos/día. Sin otros antecedentes médico-quirúrgicos de interés. No toma tratamiento.Buen estado general. Normoperfundida. Hemodinámicamente estable. Eupneica en reposo y afebril.
Abdomen blando y depresible. Dolor selectivo a punta dedo a nivel infraumbilical, sin defensa ni datos de irritación periteoneal. No se palpan masas ni megalias. Cicatriz de piercing supraumbilical sin eritema, fluctuación u otros datos de infección.
Hallazgos ecográficos
Ecografía partes blandas: En localización infraumbilical, sin aparente dependencia de estructuras profundas ni modificación en maniobra de Valsalva, lesión hipoecoica bilobulada (4,3 x 8,5 x 7,1 mm) con aparente conexión hacia región vesical, sobre la que no se demuestra vascularización, inespecífica, que podría corresponder a seno uracal, sin poder descartar sobreinfección asociada.
Pruebas complementarias
Análisis sanguíneo: anodino.Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Sobreinfección de seno uracalTratamiento y planes de actuación
Cobertura antibiótica oral y vigilancia.Evolución
Mejoría sintomática, control ecográfico pendiente.El uraco es la estructura fetal, que comunica cúpula vesical con alantoides hasta el ombligo.
Durante el desarrollo es permeable pero cuando la vejiga desciende a cavidad pélvica se oblitera y genera cordón fibroso, manteniéndose permeable solamente en el 2% de los casos (1/5.000 adultos).
Existen diversos defectos de obliteración, que dan lugar a las siguientes 4 anomalías: uraco persistente (50%), quiste de uraco (30%), sinus uracal (15%) y divertículo vesicoureteral (5%). La complicación más frecuente de todas estas es la sobreinfección por vía linfática, hematógena o vesical.
El uracosinus o seno uracal consiste en la persistencia de la permeabilidad del uraco en su extremo umbilical, estando el extremo vesical obliterado. Se detecta generalmente en la infancia, por supuración umbilical recurrente, con eritema, dolor o masa periumbilical. El diagnóstico es mediante ecografía o TC.
Se han descrito casos de malignización, lo cual apoya a exéresis quirúrgica completa del mismo, incluyendo ombligo. La cirugía minilaparoscópica permite un abordaje eficaz y seguro, con buen resultado estético asociado.