13-14-15 de noviembre de 2025
Enfoque individual
Caso 1. Mujer de 77 años con hipertensión arterial, hipotiroidismo posquirúrgico y osteoporosis, presenta cefalea bitemporal, hiperalgesia del cuero cabelludo, claudicación mandibular, visión borrosa, pérdida de peso e hiporexia y sensación febril.
Caso 2. Mujer de 83 años, sin antecedentes patológicos, con cefalea hemicraneal no pulsátil, claudicación mandibular, disminución de agudeza visual y disfagia.
Exploración: Pulsos temporales disminuidos. No focalidad neurológica ni debilidad muscular.
Analítica con anemia normocítica normocrómica, velocidad de sedimentación globular (VSG) y proteína C reactiva (PCR) elevadas. Ecografía doppler temporal con engrosamiento parietal bilateral compatible con arteritis de células gigantes. Resonancia magnética cerebral/cervical sin hallazgos relevantes.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
El diagnóstico diferencial incluyó cefalea primaria, descartada por evolución clínica. Además, migraña, hemicránea paroxística y neuralgia del trigémino; hasta que los hallazgos clínicos y analíticos orientaron hacia arteritis de células gigantes. Ecografía doppler confirmó diagnóstico.Tratamiento y planes de actuación
Desde Atención Primaria (AP), inicio de corticoterapia (prednisona 60 miligramos/día), con remisión rápida de síntomas. Derivación preferente a Reumatología.Evolución
Respuesta clínica favorable en 24–72 horas tras inicio de corticoides. Se realizó pauta descendente hasta estabilización clínica y normalización de reactantes de fase aguda (VSG y PCR). Sin complicaciones visuales ni recaídas. Evolución asintomática en seguimiento conjunto entre AP y Reumatología.Estos casos ponen en evidencia el papel esencial del médico de familia en la detección precoz de la arteritis de células gigantes. La longitudinalidad del seguimiento, la accesibilidad al profesional y el conocimiento profundo de cada paciente permiten identificar cambios sutiles que podrían pasar desapercibidos en otros niveles de atención.
Gracias a la escucha activa, una visión global del paciente y el trabajo en equipo con otras especialidades, el médico de familia puede identificar signos tempranos de enfermedades graves, como una cefalea de nueva aparición en personas mayores de 50 años.
Estos casos refuerzan la necesidad de valorar y fortalecer el modelo de atención familiar y comunitaria como pilar del sistema sanitario, ya que permite un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno, previniendo complicaciones irreversibles.