IX Jornadas de Medicina Rural de la semFYC
3-4 de octubre, 2025
Edema facial y dolor
Enfoque individual
Mujer de 59 años que acudió a urgencias del CAP por presentar un edema facial progresivo tras haber sido picada por una garrapata en la zona fronto-parietal. El marido le retiró la, pero no se pudo confirmar si la extracción fue completa. Desde entonces, la paciente experimentó inflamación en la zona hemifacial derecha, extendiéndose levemente hacia el lado izquierdo. Se inició tratamiento con ibuprofeno y amoxicilina, sin mejoría por lo que reacude.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Por empeoramiento de la paciente se derivo a urgencias para realización de analítica urgente donde destaca Leucocitos elevados (15.58 10^3/μL) con predominio de neutrófilos y además los anticuerpos IgG e IgM para Borrelia burgdorferi fueron negativos, mientras que los anticuerpos IgG e IgM para Rickettsia conorii fueron positivos, lo que confirma una infección por Rickettsia conorii, causante de la fiebre botonosa mediterránea. La serología positiva para Rickettsia conorii confirma el diagnóstico de fiebre botonosa mediterránea, una infección transmitida por garrapatas. Este diagnóstico coincide con la historia clínica de la paciente, que había sido picada por una garrapata. Los síntomas, como el edema facial, son consistentes con la infección, aunque no presentó fiebre, un síntoma común en la enfermedad.
Tratamiento y planes de actuación
Se inició tratamiento empírico con doxiciclina, el antibiótico de elección para la fiebre botonosa mediterránea. Asimismo, se administraron corticoides para desinflamar la celulitis periorbitaria. Además, se continuó el manejo de los factores de riesgo cardiovasculares de la paciente y se le ha solicitó seguimiento estrecho para controlar su evolución clínica.
Evolución
Mejoría completa en 10 días.Este caso destaca la importancia de considerar las infecciones transmitidas por garrapatas en pacientes con exposición a estos vectores, especialmente en áreas endémicas. Aunque inicialmente se barajó la posibilidad de parotiditis viral, los resultados serológicos permitieron ajustar el diagnóstico y tratamiento hacia una infección por Rickettsia conorii, la cual requiere antibióticos específicos para prevenir complicaciones graves. El diagnóstico de fiebre botonosa mediterránea causada por Rickettsia conorii fue confirmado a través de pruebas serológicas, lo que permitió ajustar adecuadamente el tratamiento antibiótico. Se recomienda un seguimiento estrecho para evaluar la respuesta al tratamiento y prevenir posibles futuras picaduras de garrapatas.