Ante la realización de una sesión clínica de 2 horas para residentes de tercer y cuarto año, decidimos gamificarla para hacerla participativa y mejorar la atención y el nivel de aprendizaje.

Diseñamos un tablero y tarjetas con preguntas específicas para cada una de las sesiones (uno de diabetes y otro sobre anticoagulantes orales y fibrilación auricular [FA]) y establecimos 6 categorías, asignándoles un color y el quesito característico del juego.

En el caso del trivial de diabetes: Diagnóstico, pruebas complementarias, antidiabéticos orales, insulinas, complicaciones y comorbilidades.  

En el de anticoagulación y FA: factores de riesgo, comorbilidades, complicaciones y escalas, tratamiento no farmacológico, tratamiento ritmo/frecuencia y tratamiento anticoagulante. 

En las sesiones dividimos a los participantes en 6 equipos, cada uno de un color. Participaban de forma consecutiva avanzando por el tablero. Cada equipo mantenía su turno hasta que fallaban una pregunta. Cuando un equipo ganaba un «quesito» se explicaba el contenido del tema correspondiente.

Ganaba la partida, como en el juego tradicional, el equipo que reuniese los 6 quesitos de las diferentes categorías y que posteriormente acertase una pregunta de cada una de ellas al llegar al centro del tablero.

La experiencia resultó muy gratificante tanto para los profesionales que la realizaron como para los participantes. Dada la dinámica del juego conseguimos mantener la atención y el interés de los residentes durante toda la sesión favoreciendo que interactuasen entre ellos lo que consideramos que mejoró el aprendizaje y el interés.

Esta experiencia docente es un ejemplo más de la aplicabilidad de la gamificación a la hora de realizar sesiones formativas y es fácilmente extrapolable para realizar con otros temas o con otros juegos.