IX Jornadas de Medicina Rural de la semFYC
3-4 de octubre, 2025
Atención Primaria, consultorio rural.
Varón de 52 años, policía nacional buena forma física, sin antecedentes patológicos relevantes, consulta en contexto epidémico de gripe por fiebre de 39 °C, mialgias, artralgias, tos con escasa expectoración y marcada afectación del estado general. Exploración sin hallazgos relevantes salvo hiperemia faríngea. SatO₂ 98%, FR 12 rpm, Tª 38,5 °C. Test rápido de antígeno para gripe A: positivo. Se pauta tratamiento sintomático y se dan recomendaciones de reconsulta.
Enfoque familiar y comunitario
Una semana después, acude por persistencia de fiebre, malestar general, tos productiva y disnea de esfuerzo. Exploración: SatO₂ 98%, FR 18 rpm, AP con sibilancias y roncos. Se inicia antibioterapia y broncodilatador SABA.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Tras finalizar el tratamiento, acude a urgencias de AP por fatiga y debilidad que le limita la actividad diaria. Escasa actividad física desde el inicio del cuadro gripal. Persiste expectoración verdosa aunque ha remitido fiebre. Auscultatoriamente no destaca, presentando constantes con una FC oscilante (80–98 lpm) SatO2 97% FR de 22-24 a mínimo esfuerzo. Se escala antibioterapia y se programa seguimiento.
Tratamiento y planes de actuación
Desde el consultorio de AP, ante evolución tórpida, se solicitan Rx de tórax y analítica. Analítica sin elevación de reactantes de fase aguda. Rx muestra patrón sugestivo que hace sospechar como diagnóstico a descartar el tromboembolismo pulmonar (joroba de Hampton). ECG sin hallazgos típicos. Se deriva a urgencias hospitalarias, donde se confirma diagnóstico de tromboembolismo pulmonar (TEP) bilateral.
Evolución
Ingreso hospitalario para tratamiento agudo y estudio. Seguimiento por AP.
Este caso ilustra cómo el TEP puede presentarse con síntomas inespecíficos y solaparse con cuadros infecciosos respiratorios, dificultando su diagnóstico precoz. La persistencia de síntomas tras una gripe A florida en un paciente previamente sano, con cese de actividad física y evolución clínica atípica, debe alertar al profesional de Atención Primaria sobre diagnósticos diferenciales graves como el TEP. La sospecha clínica, incluso en ausencia de hallazgos analíticos o electrocardiográficos concluyentes, puede ser clave para evitar retrasos diagnósticos. Este caso refuerza la importancia del seguimiento clínico, la reevaluación continua y el juicio clínico en Medicina de Familia.