Diseño: Estudio transversal.

Ámbito de realización: Facultades de Medicina españolas.

Sujetos de estudio: 248 estudiantes matriculados en sexto en el curso 2018-2019, pertenecientes a 9 facultades.

Variables y métodos de evaluación:

Variable dependiente: respuesta a la versión abreviada del “Cuestionario de valoración de actitudes y conocimientos hacia la Medicina de Familia” (CAMF), en versión “lápiz y papel” u “online”.

Variables independientes: sexo, edad, facultad, haber cursado una asignatura de MF/AP.

Análisis estadístico: realizado con SPSS 25.0, incluye comparación de proporciones y de medias/medianas.

Aspectos éticos: Proyecto aprobado por el CEI del Área. Participación voluntaria.

La mediana de edad era 24 años;67,3% eran mujeres. Confirmaron haber cursado una asignatura de MF/AP 88,6% (IC95%:84,4-92,8%). Estos tenían media de puntuación CAMF de 22,9 (DE:6,01), significativamente mayor de 20,1 (DE:5,1) de los que no (p=0,017).
Aquellos mostraban un mayor nivel de acuerdo en que tenían “un buen conocimiento del trabajo del médico de familia” (91,2 vs 82,1%;p=0,03) y en que este “debe ser un comunicador experto” (96,2 vs 89,2%;p=0,008), al tiempo que mayor desacuerdo en que “se ocupa de problemas de salud de poca importancia” (43,6 vs 3,6%;p<0,0001) y en que la MF es una especialidad intelectualmente poco estimulante” (40,5 vs 3,6%;p<0,0001).
A un 59,6% (IC95%:53,2-65,9) de la muestra, sin diferencias entre ambos grupos, le agradaba “trabajar en el futuro como médico de familia”, y era primera opción para 23,3% (IC95%:17,8-28,8).

Los estudiantes de medicina que han cursado una asignatura de MF/AP muestran,  al final de su formación de grado,  opiniones más favorables hacia las mismas que aquellos que no han tenido esta formación.  En general, es una opción laboral por la que muestran interés.