Mujer de 52 años que consulta por inversión forzada del tobillo derecho con edema y dolor local.

Enfoque individual

Sin hábitos tóxicos ni antecedentes de interés.
La paciente refiere torcedura de tobillo derecho mientras paseaba, presentando a la exploración física edema y hematoma en región calcaneocuboidea y subastragalina anterior, con dolor a la palpación de ligamento calcaneofibular sin crepitación de la zona. Intenso dolor a la inversión forzada, movilidad activa preservada. Se solicita radiografía de pie donde no se observan líneas de fractura y se realiza vendaje compresivo.
A las dos semanas se realiza ecografía del pie en el centro de Atención Primaria donde se observa lesión incompleta del ligamento calcaneofibular y el ligamento talofibular anterior con moderado derrame articular. Se diagnostica la paciente de esguince de tobillo de segundo grado.
Se inicia fisioterapia, pero a las 5 semanas de la lesión, la paciente persiste con edema, dolor e impotencia funcional.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Ante evolución tórpida se solicita RMN de tobillo donde se objetiva fractura conminuta de cuboides con severo edema óseo y línea de fractura intraarticular anterior en calcáneo implicando articulación calcaneocuboidea. Se realiza interconsulta virtual a traumatología que descartan indicación quirúrgica. Se suspende fisioterapia.

Tratamiento y planes de actuación

Se inicia tratamiento conservador, recomendando férula de descarga tipo bota y seguimiento a las 3 semanas.

Evolución

A los 2 meses la paciente presenta resolución de la clínica, observándose en TC correcta consolidación ósea.

La evolución tórpida del esguince de tobillo obliga a descartar mayores complicaciones. La fractura de cuboides es extremadamente difícil de ser valorada a través de la radiografía simple.
Este caso ilustra cómo, desde la Atención Primaria, se puede gestionar eficazmente complicaciones inusuales mediante una evaluación continua y un manejo adaptativo. Resalta la importancia de la vigilancia y la flexibilidad en el seguimiento de los pacientes con patologías aparentemente rutinarias, asegurando así intervenciones oportunas y basadas en evidencia.