Realizamos 14 sesiones de forma consecutiva cada 2 semanas. 

El proyecto fue confeccionado por un equipo multiprofesional  (una enfermera, una médica de AP, la psicóloga y la psiquiatra de apoyo a primaria). Cada sesión fue impartida y moderada por dos de ellas dependiendo de la temática a abordar. 

Las primeras sesiones fueron de carácter informativo sobre las benzodiazepinas (BZ) y las características del sueño. 

A partir de la tercera sesión se empezaba la pauta de desprescripción individual y se trabajaban; la relajación, hábitos saludables, manejo del estrés y control de estímulos, así como la vivencia personal de los participantes mientras reducían la dosis de BZ.

Participaron 12 personas. 75% mujeres. Edad media 71 años. Tiempo medio de consumo: 14.8 años. 

Administramos índices de calidad del sueño, calidad de vida y escalas de ansiedad y depresión antes y después de la intervención.

Los participantes ponían en común sus vivencias, muchas de las cuales compartían con el del resto grupo. Se sintieron acompañados no sólo por los profesionales, sinó también por los otros miembros del grupo. Las encuestas de satisfacción puntuaron la experiencia con un 9.5 sobre 10. 

Conseguimos un 87.5% de cese total de consumo de BZ. Un 75% había mejorado la calidad del sueño, y no había cambios significativos con el índice de calidad de vida. El 87.5% había mejorado los síntomas de ansiedad y un 50% los de depresión.

La intervención grupal se puede realizar tanto atención primaria como en salud mental. Es una forma efectiva de abordar la desprescripción de BZ, cuya prescripción ha aumentado en los últimos años. 

El efecto grupo de la intervención favorece el empoderamiento y satisfacción de profesionales y participantes.