Reconocimiento de activos en salud por las mujeres del pueblo.

Reunimos a un grupo de mujeres de la localidad, de entre 29 y 73 años, que, tras explicarles la actividad, aceptaron participar. La experiencia se llevó a cabo en dos días. El primer día, la actividad consistió en la detección de activos en salud durante un paseo por pueblo. Tuvieron que reconocer lugares que les hacen tener un mejor estado de salud y definir cada uno con una palabra o frase. El segundo día, se realizó un mural con el mapa del pueblo, señalando los activos identificados con una foto del activo acompañada de la palabra o frase. Además, se marcó el recorrido realizado, considerándolo “camino saludable”. Finalmente, realizamos valoración de la experiencia y colocamos el mapa en la sala de espera del consultorio del pueblo. Dada la situación de pandemia, la experiencia fue llevada a cabo por un grupo reducido de mujeres (6 vecinas, la estudiante de enfermería de prácticas y la residente de medicina familiar y comunitaria), con las medidas de prevención oportunas.

Conclusiones del grupo: “Me ha gustado mucho; ha resultado una actividad muy entretenida y divertida, y nos ha servido para estar todas juntas y pasar un buen rato.” “Ha sido una actividad muy interesante porque hemos puesto en común diferentes espacios del municipio que a todas nos parecen saludables, pero para cada una tiene un significado diferente.” “Ha sido un trabajo que hemos hecho con muchísimo cariño y nos ha ayudado estar un rato juntas”.

Actividades de este tipo permiten conocer los municipios en los que trabajamos y lo que cada espacio supone para sus habitantes. Esto supone una importante herramienta para la prescripción social desde el consultorio y, además, hace protagonistas de su propia salud a las participantes.