Comunicaciones: Casos clínicos

«Doctor, esta frecuencia cardíaca no es mía» (Póster)

Ámbito del caso

Atención Primaria.

Motivos de consulta

Palpitaciones.

Historia clínica

Enfoque individual

Hombre de 50 años sin antecedentes de interés consulta por persistencia de aumento de frecuencia cardiaca basal, palpitaciones de predominio nocturno y astenia desde hace 30 días. Niega dolor torácico. Niega disnea. Niega consumo de estimulantes. Fue valorado en urgencias al inicio del cuadro por palpitaciones donde se desestimó la realización de pruebas por frecuencia cardiaca normal. En atención primaria hace 20 días fue diagnosticado de enfermedad por coronavirus por aparición de astenia y tos. Exploración: sin alteraciones destacables. Electrocardiograma: ritmo sinusal a 92 latidos por minuto.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Diagnóstico diferencial se realizó principalmente entre: Enfermedad por coronavirus. Ansiedad. Alteraciones analíticas (hipertiroidismo, hipoglucemia, anemia, alteraciones iónicas,...). Arrítmias. 

Tratamiento y planes de actuación

Se pidió analítica, se recetó orfidal si precisa y se citó en dos semanas. 

Evolución

El paciente presentaba anemia microcítica grave ferropénica (Hemoglobina de 5.9). Se derivó al hospital donde persistía PCR coronavirus positiva y se le transfundieron 3 concentrados de hematíes más hierro intravenoso. Se diagnosticó por gastroscopia de hemorragia digestiva (Forrest IIB) por tumor gástrico antral ulcerado. Tanto el TAC como la ecoendoscopia informaban de probable tumor estroma gastrointestinal (GIST) de 38 mm con probable extensión a páncreas. El diagnóstico final obtenido mediante biopsias fue de neoplasia mesenquimal, leiomioma. Actualmente en espera de gastrectomía subtotal.

Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia)

La exploración física es una herramienta fundamental. En ocasiones se realiza de forma automatizada sin reparar en signos relevantes. En este caso, el diagnóstico podría haber sido más precoz si se hubiese explorado la conjuntiva del paciente desde el inicio. A su vez, la enfermedad por coronavirus retrasó el diagnóstico ya que justificaba los síntomas y dificultaba la valoración del paciente. En definitiva, el diagnóstico tardío fue consecuencia de diversos fenómenos: ausencia de síntomas de alarma, inadecuada exploración inicial y padecimiento de enfermedad intercurrente. Ante la persistencia sintomática, siempre se deben investigar otras causas. El diagnóstico final fue de leiomioma, tumor benigno y con buen pronóstico. Sin embargo, la sospecha inicial era de GIST, ocasionando ansiedad en el paciente y los profesionales. La comunicación con los pacientes sopesando cuanta información administrar en base a sospechas diagnósticas continúa siendo un reto para los profesionales.

Comunicaciones y ponencias semFYC: 2024; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333

Autores

Lasilla Fernández, Lucía
UDMFyC Sector i Zaragoza
Moreno López, Carmen
UDMFyC Sector i Zaragoza
Gracia Soguero, Esther
UDMFyC Sector i Zaragoza