Comunicaciones: Casos clínicos

Edemas palpebrales y mononucleosis infecciosa (póster)

ÁMBITO DEL CASO

Atención Primaria

Caso multidisciplinar

MOTIVOS DE CONSULTA

Edemas palpebrales y síndrome catarral.

HISTORIA CLÍNICA

Enfoque individual

Antecedentes personales: sin interés

Anamnesis: Paciente de 15 años con edemas palpebrales de cuatro días de evolución. El día antes  de iniciar el cuadro había acudido a una fiesta con los ojos maquillados. Visitada  48 horas antes en un servicio de urgencias donde diagnosticaron  reacción  alérgica y pautaron tratamiento con antihistamínicos. Acude a control a la consulta de atención primaria, presentando un cuadro catarral asociado , astenia y sensación distérmica.

Exploración: Tª axilar 38º, edemas palpebrales, adenopatías laterocervicales y hipertrofia e hiperemia amigdalar.

Pruebas complementarias: Analítica: leucocitosis 11460 (S14%,L71%,M11%,E2%,B2%), linfocitos reactivos sugestivos de viriasis; AST 156UI/L, ALT 220UI/L, GGT81UI/L; Anticuerpos EpsteinBarr +. Sedimento de orina normal. Ecografía abdominal normal.

Enfoque Familiar

Vive con su madre y una hermana en zona urbana. Estudiante. Había acudido  maquillada a una fiesta el día antes de iniciar el cuadro y había bebido alcohol.

Desarrollo

Diagnóstico diferencial: enfermedad renal, reacción alérgica a los cosméticos, enfermedad vírica, patología tiroidal.

Juicio clínico: La presencia de fiebre y de adenopatías laterocervicales hicieron pensar en Mononucleosis Infecciosa como primera opción, por lo que se solicitó analítica sanguínea que  confirmó el diagnóstico.

Tratamiento

Paracetamol 650 mg/8 horas.

Reposo físico 

Evolución

La paciente evolucionó favorablemente desapareciendo la fiebre y los edemas a los 7 días, aunque la astenia y la alteración de las pruebas funcionales hepáticas se mantuvo durante un mes, lo que obligó a realizar ecografía abdominal para descartar complicaciones (hepáticas y esplénicas).

CONCLUSIONES

La importancia de este  caso radica en el seguimiento de la paciente  en atención primaria, lo que nos permite una evaluación   integral  y continuada de la paciente, por lo que podemos vigilar su evolución y realizar diagnósticos diferenciales hasta llegar al diagnostico correcto de la enfermedad.

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