Ante un brote de covid en la residencia adscrita a nuestro CAP, trabajamos en Equipo para convertirla en un hospital de campaña dirigido por la AP. 

El 1/12/2020 se inició un brote de COVID-19 en la residencia. Obtuvimos PCR+ en un paciente sintomático tras una consulta hospitalaria. De este, derivaron 5+ en su grupo burbuja y nueve más en el centro. Posteriormente 95 residentes y 50% de la plantilla. Se establecieron sinergias entre el CAP y la Residencia.

•            Gabinete de crisis coordinado por la Región Sanitaria.

•            Estructurales y adaptación de la plantilla.

•            Coordinación niveles asistenciales.

•            Asumir pacientes más complejos.

•            Generación y seguimiento de cuadros de mando.  

 

Coordinamos asistencia 24 h/7 días con reuniones: Estado y evolución del brote. Equipo de intervención rápida. Complementarias: *PCR, *TAR, analíticas de control, serologías, ecos, tratamientos... Material: *EPI, *PCR, *TAR, analíticas, farmacia. El sociosanitario y hospital facilitaron ingresos de los pacientes más agudossubagudos. El sociosanitario actuó también como consultor. Facilitamos comunicación telefónica / videoconferencia espontánea / programada con los familiares. Introdujimos la ecografia pulmonar (EP) con una clasificación  propia. Clasificamos EP en: A, B, C, D en función del número y grado de los campos pulmonares afectados. Realizamos 143 EP. El número total de exploraciones durante la fase correspondientes a cada nivel fue : 44 A, 16 B, 15 C y 9 D. Con el apoyo de la EP atendimos en el mismo centro e iniciamos terapéutica agresiva(antibioticoterapia, terapia endovenosa,  soporte ventilatorio, anticoagulación y corticoterapia). Trabajamos nutrición e hidratación, fundamental para su evolución. Incidimos en confort, atención física / emocional adaptadas a las necesidades. Nuestro centro redujo la mortalidad (20% de los residentes afectados), muy lejos de las cifras barajadas en otros centros.

El trabajo coordinado entre los actores sanitarios más el empoderamiento de la AP y del equipo asistencial residencial fue clave para ello.  

El trabajo coordinado entre los actores sanitarios más el empoderamiento de la AP y del equipo asistencial es posible.