13-14-15 de noviembre de 2025
El propósito de este estudio es examinar la relación entre las estrategias de regulación emocional (re-evaluación cognitiva y supresión emocional), la capacidad de mentalización y la satisfacción profesional en estudiantes de Enfermería durante sus prácticas clínicas. Asimismo, se pretende identificar el papel mediador de la mentalización en la relación entre el uso de estrategias de regulación emocional y la satisfacción profesional al finalizar el periodo formativo.
Se plantea un diseño en tres momentos temporales a lo largo de las prácticas clínicas en distintos servicios hospitalarios. En el Tiempo 1, previo al inicio, se evaluarán la reevaluación cognitiva y la supresión emocional. En el Tiempo 2, durante las prácticas, se medirá la capacidad de mentalización. En el Tiempo 3, al concluir, se evaluará la satisfacción profesional y el sentido del trabajo.
La muestra estará formada por estudiantes de tercer y cuarto curso de Enfermería, seleccionados mediante muestreo consecutivo. Para el análisis se emplearán modelos de mediación, con inclusión de covariables sociodemográficas y académicas relevantes. Este diseño escalonado introduce separación temporal entre variables predictoras, mediadoras y de resultado, reduciendo el riesgo de varianza común y fortaleciendo la inferencia causal.
Se espera que el uso de la reevaluación cognitiva se asocie a mayor capacidad de mentalización y a niveles superiores de satisfacción profesional al finalizar las prácticas. Por el contrario, la supresión emocional se anticipa como predictor de menor mentalización y menor satisfacción. Se plantea que la mentalización mediará de manera significativa la relación entre las estrategias emocionales y la satisfacción profesional.
La autoselección de participantes puede afectar a la representatividad de la muestra, mientras que la duración variable de las prácticas y la pérdida de participantes durante el seguimiento constituyen retos metodológicos adicionales.
Los hallazgos aportarán evidencia sobre el papel de la regulación emocional y la mentalización en la construcción de la satisfacción profesional en la formación clínica. Se prevé que los resultados contribuyan al diseño de programas formativos que fortalezcan competencias emocionales, favorezcan una práctica más humanizada y reduzcan el riesgo de desgaste emocional desde las etapas iniciales de la carrera sanitaria.