Proporcionar un grado superior de aprendizaje en salud comunitaria para residentes que lo soliciten de forma optativa.

Dotar al residente de un tiempo extra necesario para desarrollar un programa junto con expertos en salud comunitaria.

Comúnmente se dedican las guardias a la formación en urgencias ya que para aprender sobre esta competencia se tiene que dedicar un tiempo extra en un dispositivo específico por la escasa casuística en la actividad ordinaria de los centros de salud (CS).Esto se podría equiparar a lo que ocurre con la atención comunitaria, a la que no todos los profesionales dedican tiempo en su jornada ordinaria y por tanto, para enseñar al residente, le otorgamos un tiempo extra de dedicación con una remuneración parecida a las guardias.

Para optar a ello el residente debe presentar, entre R1 y R3, un programa de comunitaria con características de la comunidad, plan de acción con objetivos, justificación bibliográfica, actividades, cronograma y evaluación, en colaboración con el grupo coordinador de comunitaria de su CS, con un referente supervisor,y que sea coherente con los planes de la comunidad de referencia. Este debe ser aprobado por la Unidad Docente y se facilitará un dosier para el registro de actividades, y aquellas que se desarrollen fuera de su jornada ordinaria sean remuneradas como guardia.

Al finalizar cada curso el referente realizará una evaluación del residente que formará parte de su evaluación anual.

Hasta el momento, 5 residentes están desarrollándolas con una dedicación media de 5 horas mensuales.

Realizando esta discriminación positiva hacia el aprendizaje en salud comunitaria, se puede proporcionar esta formación complementaria y más extensa a aquellos residentes que así lo desean.

De la misma manera que reservamos un tiempo extra durante la residencia para el aprendizaje en urgencias mediante guardias, también se puede reservar para el desarrollo de un programa comunitario sin que ello afecte a otras tareas y actividades obligatorias de la residencia.