Urgencias.

Hematuria monosintomática.

Enfoque individual

Mujer de 85 años, cognitivamente conservada. Nunca fumadora. Como antecedentes personales presenta diabetes mellitus tipo 2 no insulinodependiente, hipertensión arterial tratada con valsartan/hidroclorotiazida 160/25 mg y amlodipino 5 mg y dislipemia. Diagnosticada de fibrilación auricular, anticoagulada con acenocumarol. En 2010 fue operada de un leiomiosarcoma abdominal, recibiendo radioterapia posteriormente. Consulta por dos episodios de hematuria macroscópica sin otra sintomatología asociada. A la exploración física, refiere molestia a la palpación en hipogastrio. Se realiza ecoscopia a pie de cama, al tratarse de una técnica rápida y sin radiación.

Hallazgos ecográficos

En pared postero lateral derecha se objetiva lesión sesil de 2,2 cm. Riñones y resto de vía urinaria sin alteraciones.

Pruebas complementarias

Se solicita analítica sanguínea, sin hallazgos patológicos y uroanálisis, presentando >100 hematíes por campo. Se solicita de forma ordinaria 3 citologías de orina, donde no se objetivan signos patológicos de malignidad.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

La principal sospecha diagnóstica es una neoformación de vejiga. Dadas las características de la paciente, se debería hacer diagnóstico diferencial con la infección del tracto urinario, nefrolitiasis, otras neoplasias del tracto urinario superior o iatrogenia. 

Tratamiento y planes de actuación

Se decide suspender el acenocumarol hasta revisión con su médico de atención primaria quien, valorando de forma global el caso, decide reintroducir nuevamente. Además, se solicita interconsulta con urología.

Evolución

Valorado por urología, se realiza cistoscopia, donde se objetiva lesión vesical retromeática derecha de unos 4 cm. Se programa resección transuretral e instilación mitomicina C. Anatomopatológicamente, la lesión se trata de un carcinoma urotelial papilar de bajo grado no invasivo. Presenta buena evolución y se programa citoscopia en 3 meses. 

El cáncer vesical constituye un porcentaje importante de los cánceres diagnosticados en España. Como factores de riesgo se encuentran el tabaquismo o la exposición a determinados químicos. El síntoma principal en la hematuria macroscópica, aunque también pueden ocasionar síntomas irritativos. Para su diagnóstico son útiles las citologías urinarias y la cistoscopia. La ecografía constituye una herramienta útil para orientar el diagnóstico diferencial de un síntoma cardinal como lo es la hematuria. Las opciones terapéuticas son amplias, pudiendo requerir cirugía y quimioterapia adyuvante, en función del estadío. El pronóstico del cáncer de vejiga superficial es favorable en la mayor parte de los casos.