13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria.
Gestante con hipertensión de difícil control.
Enfoque individual
Mujer de 32 años, enfermera, sin antecedentes de interés, secundigesta. Primer embarazo de curso normal y parto eutócico a los 28 años.
Presenta cifras de 135/85 - 140/90 desde la primera visita del embarazo, que fueron elevándose de forma progresiva precisando iniciar tratamiento con alfa-metildopa desde la semana 15 de gestación, para añadir posteriormente labetalol. Control aceptable de TA durante el embarazo en el Centro de Salud hasta semana 36, cuando es derivada por crisis HTA y proteinuria en tira reactiva, es ingresada y se induce el parto por preclampsia.
En el postparto inmediato inicia edema bimaleolar y continúa necesitando doble terapia antihipertensiva ahasta más allá de la cuarentena. Analítica de control en 6.ª semana postparto con función renal preservada pero con microhematuria.
Suspende lactancia materna por decisión propia al tercer mes, y se modifica tratamiento a IECA que precisa combinación con HCTZ y calcioantagonista. Ante la dificultad para lograr el objetivo de control y la persistencia de los edemas bimaleolares, solicitamos analítica de orina de 24 h que muestra proteinuria < 2 g y realizamos ecografía renal en consulta, que resulta normal.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Con el diagnóstico de sospecha de HTA secundaria con proteinuria remitimos a Nefrología para diagnóstico definitivo.
Tratamiento y planes de actuación
Mantiene controles periódicos en el centro de salud y nefrología con buen control de cifras tensionales tras múltiples ajustes de tratamiento. Actualmente telmisartán/hidroclorotiazida 80/25 + barnidipino 10 mg.
Evolución
Tras estudio en Nefrología se diagnostica de HTA en mujer joven con sospecha de Glomerulonefritis IgA vs. sospecha de enfermedad del complemento (C3 persistentemente bajo y episodios de microhematuria autolimitada) aunque no se ha realizado biopsia renal. Recientemente ha comenzado a presentar fenómeno de Raynaud.
La presencia de cifras de TA elevadas en el primer trimestre de embarazo debe hacernos sospechar en una HTA previa que requerirá estudio etiológico posterior. La orientación del caso puede hacerse de forma íntegra desde Atención Primaria.