IX Jornadas de Medicina Rural de la semFYC
3-4 de octubre, 2025
Mujer de 75 años que acude al centro de Atención Primaria para el control de heridas ulcerosas en el primer dedo del pie izquierdo.
Enfoque individual
Paciente diagnosticada de DM2 desde hace 20 años, en tratamiento con insulinoterapia y con buen control de las cifras de glucosa. La paciente presentaba lesiones ulcerosas en la pierna y pie izquierdo con varias semanas de evolución, las cuales eran controladas por el personal de enfermería y en el hospital de referencia. Acude a consulta para revisión de las úlceras, destacando la mala evolución y la ausencia de mejoría.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
En la exploración se observa un empeoramiento de las lesiones y, en la anamnesis, la paciente remarca la imposibilidad de realizar control radiológico en las últimas semanas.
Tratamiento y planes de actuación
Se decide realizar una radiografía del pie izquierdo, en la cual se observan lesiones de características osteomielíticas en la falange distal del primer dedo del pie.
Evolución
Motivo por el cual se decide derivar al hospital de referencia para valoración por parte del servicio de cirugía vascular.
La diabetes mellitus es una enfermedad con una alta prevalencia en la población general y que conlleva numerosos riesgos y comorbilidades asociadas. Una de las posibles complicaciones de la diabetes mellitus es el síndrome del pie diabético, dentro del cual se incluye la neuroartropatía de Charcot. Se trata de una entidad que presenta retos diagnósticos y que debe ser vigilada desde la Atención Primaria, debido al mal pronóstico que puede tener si no se interviene de forma temprana.
En este tipo de pacientes es fundamental un control estricto de los diversos factores asociados a comorbilidades. Es necesario lograr un buen control tanto por parte del equipo asistencial como del propio paciente para evitar complicaciones y posibles eventos adversos. Una adecuada coordinación, tanto dentro del equipo asistencial como entre los diferentes niveles de atención, permite un control óptimo de la enfermedad y la prevención de sus potenciales complicaciones.