III Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
6-7 de junio de 2025
Atención Primaria.
Mujer de 71 años que consulta por placas eritematosas y pruriginosas de reciente aparición en tronco.
Enfoque individual
Antecedentes personales: herpes zóster en región de glúteo derecho con neuralgia postherpética, asma en tratamiento con Symbicort y pterigium en ojo derecho. Intervenciones quirúrgicas: pólipos nasales, histerectomía y doble anexectomía en 2000. Exploración física con placas redondeadas eritematosas bien delimitadas en cuello y espalda. Hemograma, bioquímica con RFA sin alteraciones. Serologías VEB, CMV, VIH y mycoplasma pneumoniae negativas.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: eritema multiforme.
Diagnóstico diferencial: urticaria, síndrome de Stevens-Johnson, penfigoide ampolloso, exantemas víricos, vasculitis y exantema fijo medicamentoso.
Tratamiento y planes de actuación
Cetirizina y Prednisona 30 mg en pauta descendente durante 15 días.
Evolución
La primera sospecha diagnóstica fue urticaria por lo que se le pautó cetirizina como tratamiento sintomático. A los dos días, vuelve a acudir a consulta con evolución de las lesiones y malestar general. En la exploración física presentaba placas redondeadas bien delimitadas confluentes entre sí con pápula central ampollosa y en algunas lesiones presentaban borde externo más eritematoso. Se había extendido de forma centrífuga desde tronco hasta raíz de miembros superiores e inferiores sin afectación de mucosas. Se pautó corticoides con sospecha de eritema multiforme y se realizó interconsulta telemática con Dermatología (Dercam) confirmando el diagnóstico. A los tres días siguientes, había desaparecido el prurito y mejorado el estado general, no estaban apareciendo más lesiones y las presentes se encontraban en fase de resolución. Tras nueve días de tratamiento con corticoides, las placas estaban resueltas y solo presentaba máculas hiperpigmentadas como cicatriz.
La disponibilidad y accesibilidad definitorias de nuestra especialidad son esenciales para poder llevar un seguimiento de una patología con potencial riesgo de complicaciones severas y agudas, como en este caso por el riesgo de afectación de mucosa oral y/o ocular y sus implicaciones. Asimismo, la optimización de recursos y la comunicación facilitada con otros especialistas permite una colaboración efectiva, lo cual resulta vital para el bienestar del paciente.