Atención Primaria.

Dolor abdominal.

Enfoque individual

Hombre de 58 años, AP de alcoholismo crónico hasta 2016. Vive con su madre (82 años). Dueño de un bar. Acude a consulta por dolor abdominal inespecífico y pérdida de apetito, con hallazgo de hepatomegalia en exploración física y sospecha de inicio de consumo de alcohol tras divorcio hace unos 8 meses. El paciente niega el problema, pero se dan recomendaciones entorno al alcohol y se cita para seguimiento estrecho. En la siguiente consulta acude acompañado de un hijo, que refiere consumo por parte del paciente de al menos una botella de vino al día en horario laboral. Le preocupa que ha comenzado con desorientación y fallos de memoria. Asocia mareo tipo inestabilidad. En EF destaca desorientación temporo-espacial, confabulaciones frecuentes. Exploración neurológica con motilidad ocular extrínseca normal, no dismetría, no asterixis. Se inicia tratamiento con complejo vitamínico oral. Se da baja laboral, momento en el que el paciente disminuye el consumo de alcohol de forma significativa, pero presenta empeoramiento progresivo del cuadro amnésico, motivo por el que deriva a urgencias por sospecha de encefalopatía en contexto de consumo perjudicial de alcohol. Ingresa en medicina interna para estudio y tratamiento, dónde se descartan otras etiologías

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Sd Wernicke - Korsakoff.

Tratamiento y planes de actuación

Tiamina.

Evolución

El paciente no presenta mejoría en el área de la memoria. Debido a que es una patología de curso crónico sin esperar reversibilidad, pasa a un recurso intermedio dada la nueva situación y falta de recursos en domicilio.

Gracias a conocer previamente el estilo de vida y el ambiente social, familiar y laboral del paciente se pudo sospechar el desencadenante del cuadro clínico. Fueron los cambios en el entorno familiar y laboral del paciente lo que precipitaron las alteraciones en el patrón de consumo de alcohol. La posibilidad de un acceso rápido y el seguimiento estrecho que proporciona la atención primaria son imprescindibles en estos casos. La comunicación y el apoyo por parte de los familiares fueron claves para guiar el seguimiento y facilitar el tratamiento, así como la intervención de Trabajo Social para encontrar el mejor recurso y garantizar una adecuada continuidad en la atención.