Atención Primaria.

Edema en miembro inferior izquierdo (MII).

Enfoque individual

Mujer de 60 años sin antecedentes de interés, que acudió a consulta refiriendo gonalgia izquierda de 5 días de evolución, tras esfuerzo intenso. Presentaba ligero edema hasta tobillo e impotencia funcional. No antecedente de traumatismo previo. Se pautó dexketoprofeno y se envió a realizar radiografías de MII  Acudió nuevamente con edema que abarcaba todo MII, no dolor ni claudicación de la marcha. Las radiografías realizadas no mostraron hallazgos patológicos. Se estableció el diagnóstico de linfedema, pautándose furosemida 40 mg cada 24 horas y derivación a cirugía vascular. La paciente regreso a consulta al día siguiente, siendo atendida por su médico de familia quien ante la evolución de la clínica y exploración física sospecha rotura de un quiste de Baker y decide realizar una ecografía del MII.  

Hallazgos ecográficos

En la ecografía se observó derrame articular con integridad de ecoestructura de los tendones cuádriceps y rotuliano. Posible rotura de menisco externo e interno, sin afectación de ligamentos colaterales. Leve aumento de espacio interarticular de 2 mm y en hueco poplíteo rotura del quiste de Baker. Se revisó la permeabilidad del sistema venoso profundo femoral y poplíteo descartándose la presencia de trombosis venosa profunda con eco-Doppler. 

Pruebas complementarias

Radiografía MII.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Mediante la ecografía se pudo confirmar el diagnóstico de rotura de quiste de Baker y descartar el anterior diagnóstico de linfedema. 

Tratamiento y planes de actuación

Se indicó tratamiento con analgésicos/antiinflamatorios y medidas físicas.  

Evolución

Posteriormente la paciente evoluciona favorablemente, con disminución del edema y recuperación de la movilidad. 

Este caso clínico demuestra lo importante que es no sólo la buena anamnesis y exploración física, sino también la excelente herramienta que es la ecografía clínica en atención primaria. Como sucedió con esta paciente, que acudió dos veces a consulta y fue diagnosticada erróneamente de linfedema, antes de que su médico de familia le realizara una ecografía y diagnosticara una rotura de quiste de Baker. Además, ante una sintomatología donde se sospecha este diagnóstico es importante el descartar la trombosis venosa profunda, una patología que implica gravedad y tratamiento precoz, siendo la ecografía una aliada en este diagnóstico diferencial.