Previamente en nuestro centro de Atención Primaria (CAP) cada contingente o cupo de pacientes era atendido por un equipo estable de profesionales compuesto de un/a médico/a y de un/a enfermero/a, también llamado Unidad Básica de Salud (o UBA-2). En 2022 hemos incorporado la figura del referente administrativo logrando así una UBA-3. El/la administrativo/a dispone de una agenda de trabajo específica para programación de derivaciones y visitas, y resolución de dudas burocráticas. Se incentiva la proactividad en el control de patologías crónicas y una asistencia dirigida a las características de los pacientes. Se realizan reuniones periódicas con todos los integrantes para aportar nuevas perspectivas que permitan agilizar los procesos asistenciales según las necesidades de cada UBA-3. Para mantener este modelo, si un paciente solicitara un cambio de profesional, se cambiaría por completo de UBA-3.

Al margen de las gestiones urgentes en que mantener el continuum asistencial no resulte factible, hemos mantenido vinculados a los pacientes a su UBA-3 correspondiente, favoreciendo la longitudinalidad. La implementación de este modelo ha promovido un ambiente de participación y trabajo en equipo, fomentando la proactividad e iniciativas de todos los grupos profesionales y previniendo en cierta medida la sobrecarga asistencial.

Recomendamos instaurar este modelo en aquellos CAP con múltiples contingentes de pacientes que todavía no trabajen por equipos UBA. A medio plazo, y según los últimos consensos, se recomienda evolucionar hacia el modelo UBA-3 plus, en que el referente administrativo recibe formación avanzada contínua en competencias clínicas para guiar mejor las demandas de los usuarios.