Atención Primaria

Lesión dérmica

Enfoque individual

Mujer de 35 años sin antecedentes personales de interés. Ha tenido un episodio de ETS hace 2 años.  Hábitos tóxicos: Fumadora de un paquete de cigarros al día. Tratamiento habitual: Anticonceptivos orales. Acude a nuestra consulta de Atención Primaria por aparición progresiva  de lesiones cutáneas dolorosas en región lumbar derecha desde hace dos días, además se acompaña de mal estar general concomitante a la aparición de dichas lesiones. Exploración física: Observamos erupción cutánea consistente en vesículas agrupadas en racimo sobre una base eritematosa compatible con herpes zóster.

Enfoque familiar y comunitario

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Juicio clínico. Herpes zóster en región lumbar derechaDiagnóstico diferencial: Herpes zóster, urticaria, quemadura. En este caso nos encontramos con una paciente con antecedentes personales de ETS y actualmente con diagnóstico de herpes zóster. Siguiendo las nuevas recomendaciones solicitamos la realización de una  serología  para el VIH de carácter no urgente.

Tratamiento y planes de actuación

Inicialmente ante la sospecha de herpes zoster en una mujer joven sin otras comorbilidades se inicia tratamiento antiviral con Valaciclovir 1gr cada 8 horas durante 7 días.

Evolución

A la semana siguiente la paciente acude de nuevo dada la no mejoría del cuadro con empeoramiento del estado general, presentando picos febriles de hasta 38º durante la última semana. Reevaluamos a la paciente que impresiona de regular estado general. En la serología solicitada la semana pasada se confirma la positividad para el VIH con CD

El Herpes Zoster (HZ) es la manifestación de la reactivación del virus varicela zoster (VVZ), que cursa con afectación cutánea localizada normalmente en un dermatoma y que se asocia a la inflamación del nervio del área correspondiente. Existe una clara relación entre el HZ y el VIH. El HZ es una manifestación cutánea asociada con frecuencia a la infección por el VIH, produciendo habitualmente un cuadro más grave, sintomático y prolongado que en pacientes sin VIH. Además, el HZ es 15 veces más frecuente en personas con VIH que en la población general.