¿Cómo comunicarnos con pacientes con demencia en fase moderada-severa de forma efectiva?
Cuando la enfermedad está avanzada, nos encontramos con personas con memoria reciente muy afectada, afectación importante del lenguaje, desorientación en las tres esferas,... Tenemos que buscar alternativas que propicien un contacto eficaz con el enfermo. El objetivo es hacerle visible, reconocerle como individuo singular y legitimarle.

En una residencia de Alzheimer se utilizan todo tipo de recursos para conectar con el paciente y, además, intentar manejar los trastornos de conducta recurriendo lo menos posible a los psicofármacos. 
En demencias moderadas, es útil el uso de material autobiográfico (profesión, aficiones, hijos, creencias,...), centrando el lenguaje en los acontecimientos vitales del individuo. En demencias evolucionadas, tendremos que investigar su realidad de manera continua para intentar entender sus necesidades. En el caso de pacientes que se niegan a la ingesta, darles dinero o decirles que "está todo pagado" puede obtener resultados sorprendentes. En los trastornos del sueño, ofrecer comida o agua (¿se levanta porque tiene hambre o sed?) o acompañar al WC (¿tiene ganas de orinar  y no encuentra el baño?) pueden ser resursos útiles. En pacientes frontalizados, el uso de rimas irónicas o tacos consiguen conectar con ellos de forma empática. Para manejar la apatía y la anhedonia, la música es un lenguaje activador y socializador. Y, por supuesto, el contacto físico, el roce, el susurro, el lenguaje no verbal,... comunicar a través las emociones y las sensaciones, que acompañan al ser humano hasta sus últimos momentos.

Más allá del lenguaje convencional, tenemos que estimular nuestra creatividad para conseguir una comunicación efectiva con el paciente con deterioro cognitivo moderado-severo. Proponemos implantar sistemas de comunicación que no sólo nos acerquen al enfermo, sino que, además, nos permitan incidir en las conductas complejas que presentan en su día a día.

Pacientes con demencia institucionalizados o domiciliarios.