IX Jornadas de Medicina Rural de la semFYC
3-4 de octubre, 2025
Consultorio rural Bítem.
Picadura de garrapata.
Enfoque individual
Mujer de 54 años con antecedentes de lupus eritematoso sistémico acudió en febrero a urgencias de atención primaria tras detectar una garrapata adherida al cuero cabelludo, tras exposición reciente al medio rural.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se realizó extracción completa del hipostoma con pinza roma. Siete días después, presentó una lesión indurada con costra en la zona de la picadura, iniciándose tratamiento con doxiciclina 100 mg cada 12 horas. A las 48 horas, acudió nuevamente por aparición de escara necrótica con halo eritematoso, acompañada de adenopatías dolorosas craneales y laterocervicales.
Tratamiento y planes de actuación
Se solicitó analítica sanguínea, sin alteraciones relevantes. Las serologías para Rickettsia conorii y Borrelia burgdorferi fueron negativas. La garrapata extraída no pudo identificarse, al haberse descartado tras su extracción.
Evolución
Se decidió completar el tratamiento antibiótico con doxiciclina (200 mg/día durante 15 días), asociado a ácido fusídico tópico sobre la costra melicérica. La evolución clínica fue favorable, con desaparición progresiva de la sintomatología, caída espontánea de la escara y resolución de las adenopatías, sin desarrollo de complicaciones.
Las enfermedades transmitidas por garrapatas (ETG) representan una complicación poco frecuente, pero relevante, de sus picaduras. En nuestro entorno, destacan la enfermedad de Lyme (Ixodes ricinus), la fiebre botonosa del Mediterráneo (Rhipicephalus sanguineus) y la linfadenopatía con escara necrótica por Dermacentor marginatus. Esta última entidad, descrita como TIBOLA, DEBONEL o SENLAT, es causada principalmente por Rickettsia slovaca, R. raoultii o R. rioja, transmitidas por garrapatas del género Dermacentor, activas sobre todo en otoño e invierno.
Clínicamente, debe sospecharse ante antecedentes de picadura de garrapata, escara necrótica en cuero cabelludo y adenopatías laterocervicales dolorosas, con febrícula o fiebre leve, como el caso de nuestra paciente. El diagnóstico es clínico, aunque puede apoyarse en serología, PCR de la escara o identificación del vector. La analítica puede mostrar ligera elevación de transaminasas. Dado el riesgo de progresión, se recomienda iniciar tratamiento empírico con doxiciclina (100 mg cada 12 h) durante 5 a 15 días sin esperar confirmación microbiológica.