Consulta de Atención Primaria. Caso multidisciplinar.

Fiebre autolimitada y erupción cutánea.

Enfoque individual

Mujer de 71 años con antecedentes de hipertensión arterial, obesidad grado I, adenocarcinoma endometrial con histerectomía y doble anexectomía en 2005 y artrosis lumbar severa.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Paciente que consulta en ambulatorio por pico febril autolimitado de 38ºC y posteriormente aparición de eritema cutáneo inespecífico, generalizado y muy pruriginoso, en forma de máculas menores de 1 cm, de predominio acral, que blanquean a la vitropresión. Se realiza test de antígeno SARS-CoV2 con resultado negativo, por lo que se inicia tratamiento con antihistamínico. Una semana más tarde reconsulta por persistir clínica, por lo que se deriva a urgencias donde se orienta como infección aguda por COVID19 (radiografía de tórax con tenues infiltrados periféricos, analítica con Ddímero elevado). Se realiza PCR SARS-CoV2 que resulto negativo. Se realiza seguimiento ambulatorio con controles analíticos donde persisten elevados Ddímero, VSG, y aparición de hipotiroidismo clínico. Serologías COVID19 negativas, aunque la paciente persiste con disnea y astenia importante que le limitan las actividades básicas de su vida diaria. En prueba de esfuerzo presenta mínima desaturación y taquicarización. Se realiza enfoque multidisciplinar interconsultando a los servicios de Endocrinología, Cardiología y Neumología realizando exploraciones complementarias, entre ellas TC de tórax, que observa tenue vidrio deslustrado de distribución periférica y múltiples adenopatías hiliomediastínicas, escalenas izquierdas y axilares bilaterales. Se orientado como probable enfermedad pulmonar intersticial, sin descartar presencia de linfoma. Asimismo, se realiza gammagrafía salival que orienta como probable síndrome de Sjögren.

Tratamiento y planes de actuación

Se inicia prednisona pauta descendente, refiriendo cierta mejoría clínica.

Evolución

Pendiente de nuevas pruebas diagnósticas, si se confirma componente autoimune, la paciente podría ser tributaria a tratamiento con corticoide y rituximab.

El virus SARS-CoV2 ha centrado todo nuestro interés durante un buen tiempo, pero es importante no olvidar otras entidades clínicas; debemos seguir realizando estudios y diagnósticos diferenciales. No todo es COVID.