Retinografía de control en paciente diabético.

Enfoque individual

Paciente sin alergias medicamentosas conocidas.

No hábitos tóxicos.

Factores de riesgo cardiovascular: diabetes mellitus tipo 2 diagnosticada hace dos años, hipercolesterolemia.

Sin otros antecedentes medicoquirúrgicos de interés.

Tratamiento crónico con Metformina cada 12 horas y Atorvastatina cada 24 horas.

Acude a nuestra consulta para revisión programada de su diabetes mellitus. El paciente refiere estar asintomático. 

Realizamos exploración física completa sin encontrar ningún hallazgo significativo.

Procedemos por tanto a solicitar analítica sanguínea y de orina de control, así como electrocardiograma. Además, solicitaremos retinografía puesto que por motivos pandémicos no se había podido desde el diagnóstico.

En nuestro Centro de Salud, desde hace años y tras un proceso formativo tanto para enfermería como para medicina, se realiza la retinografía en el Centro de Salud y se interpreta por el médico de Atención Primaria.

En nuestro caso la retinografía podemos describirla así: 

No se observa datos sugestivos de retinopatía diabética. En ojo izquierdo, en región nasal inferior se objetiva lesión hiperpigmentada que podría ser compatible con un nevus coroideo, adyacente a dicha lesión imagen sugestiva de drusa.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Tratamiento y planes de actuación

Tras este hallazgo decidimos derivar de manera preferente a Oftalmología puesto que en el principal diagnóstico diferencial sería el melanoma coroideo.

Evolución

En oftalmología le realizan fondo de ojo y tomografía de coherencia óptica (OCT), tras lo cual les parece un nevus coroideo que citan para revisión en 9 meses.

La retinografía es una prueba complementaria con la cual podemos realizar el seguimiento del fondo de ojo de nuestros pacientes con diabetes mellitus. En pacientes con diabetes tipo 2 se debe de realizar a todos una retinografía inicial. El seguimiento podemos individualizarlo, siendo más frecuente en pacientes que tienen hallazgos anormales o si la retinopatía progresa. Se realizan controles menos frecuentes (cada 1 o 2 años) tras un examen inicial normal en pacientes con controles glucémicos adecuados.

Poder hacer e interpretar estos estudios por parte del Equipo de Atención Primaria supone un conocimiento y una competencia más sobre la que poder aprender y trabajar para dar una atención mejor a nuestros pacientes.