13-14-15 de noviembre de 2025
Mujer de 68 años que consulta por dolor torácico y disnea de 24 horas de evolución tras comer un pimiento picante.
Enfoque individual
Antecedentes personales: HTA con HVI severa, Flutter, DM no insulinodependiente, obesidad grado II, dislipidemia, hipotiroidismo, SAOS leve, trastorno por ansiedad generalizado.
Anamnesis: Dolor centrotorácico de minutos de duración que se inicia tras la ingesta de un pimiento muy picante. Opresivo, irradiado al brazo izquierdo y acompañado de sudoración profusa, fatiga y cifras tensionales elevadas. Pasadas 24 horas acude al centro de salud por persistencia de las molestias a nivel precordial y “sensación rara en brazo".
Exploración física: TA 140/87. Eupneica. ACP normal.
Pruebas complementarias: ECG con bradicardia sinusal. Inversión onda T en V4-V6 no presente en ECG de hace 15 días.
Enfoque familiar y comunitario
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: dolor torácico con cambios en el ECG a estudio.
Diagnóstico diferencial: SCA (angina inestable o SCASEST), peri/miocarditis, miocardiopatía de Takotsubo, TEP, disección aórtica o espasmo esofágico.
Identificación de problemas: paciente con tendencia a minimizar síntomas.
Tratamiento y planes de actuación
Derivación al servicio de urgencias hospitalarias para pruebas complementarias.Evolución
En urgencias se solicitan troponinas (1073 ng/L) y un nuevo ECG (inversión profunda y difusa de la onda T en precordiales). Se ingresa en la UCI donde se realiza un ecocardiograma y un TC torácico con coronarias normales y hallazgos compatibles con acinesia apical transitoria en fase de resolución.
Diagnóstico: Sd. Tako-tsubo (miocardiopatía de estrés).
El caso refleja la importancia del médico de familia como primer contacto ante un dolor torácico y su papel en la identificación y derivación precoz de posibles síndromes coronarios agudos.
El síndrome de Tako-tsubo, aunque infrecuente, debe considerarse en el diagnóstico diferencial, pues simula un infarto agudo de miocardio. Su mayor prevalencia en mujeres posmenopáusicas evidencia la influencia del género como determinante social y biológico de la salud. Destacando el hecho de que muchas pacientes tienden a minimizar síntomas, retrasando la atención y ensombreciendo la evolución.
Este caso recuerda la necesidad de valorar desencadenantes atípicos, incluidos factores emocionales o físicos cotidianos, y de reforzar la educación sanitaria para no restar importancia a los síntomas de alarma.
Desde Atención Primaria, resulta clave visibilizar estas diferencias y fortalecer un abordaje integral de la salud femenina, fomentando la prevención y detección temprana.