Analizar el uso adecuado de los nuevos anticoagulantes en la práctica clínica habitual del médico de familia.

Estudio descriptivo transversal.  Emplazamiento: Área básica de Salud urbana. Participantes: Todos los pacientes en tratamiento con nuevos anticoagulantes orales (NACO) activos hasta setiembre de 2019. Mediciones principales: Adecuación de la prescripción a las recomendaciones de la agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Otras variables: NACO prescrito, antecedentes personales, presencia de Chad2-Vasc, indicación y duración del tratamiento, prescriptor, Índice de Charlson, polimedicación (5 o más fármacos), efectos adversos producidos por el tratamiento y variables sociodemográficas.

147 sujetos incluidos (33,40% del total de usuarios de anticoagulantes orales, tanto NACO como AVK). Edad media 75,6 (DE: 9,9), 51% mujeres. La mayoría de los pacientes eran Hipertensos (84,4%). Índice Charlson: 5,5; supervivencia a 10 años: 29,7% (DE: 33,6).  Comorbilidades: encontramos diferencias significativas por sexo con alcohol (p<0,001), con Infarto de miocardio (p<0,001) y con Diabetes (p<0,019); siendo el sexo masculino el de más riesgo.  Media de fármacos: 7,6. Chad2Vasc medio: 3,7. Indicación y prescriptor principal: fibrilación auricular no valvular -FANV- (85%) y Médico especialista (82,3%). Uso promedio 33 meses. Nacos más prescritos: 36.7% Dabigatran, 32% Apixaban, 26.5% Ribaroxaban y 4.8% otros. Utilizaban previamente acenocumarol el 27,2% de pacientes y el principal motivo de cambio fue el mal control de INR (9,8%). En un 13,6% (19) el uso de NACO (FANV) fue inadecuado, siendo el principal motivo la prescripción en paciente no colaborador y sin supervisión (4,8%). Efectos adversos observados: 6,1% (epigastralgia y epistaxis).

Tres de cada cuatro pacientes tratados con NACO cumplen una adecuada prescripción. Siendo el principal motivo de prescripción la FANV. Aunque sólo uno de cada cuatro es pautado por el médico de primaria.