La medicina de familia constituye uno de los pilares del sistema sanitario, desempeñando un papel multifacético que puede ser simbolizado a través de los elementos agua, muro y fuego. Somos el agua que fluye, adaptándose a las necesidades del paciente y la comunidad; el muro que protege, construyendo barreras frente a enfermedades y desigualdades; y el fuego que motiva el cambio y la innovación en la atención primaria. Esta comunicación gráfica busca reflejar esta metáfora visualmente, poniendo en valor el papel integral y dinámico que desempeñamos en el cuidado de la salud.

Se desarrolló una comunicación gráfica basada en la metáfora de los elementos agua, muro y fuego y el lema del congreso, seleccionados por su fuerte carga simbólica en relación con las funciones del médico de familia. Para profundizar en su significado, se realizó una sesión de lluvia de ideas en el centro de salud con profesionales del equipo, donde se reflexionó sobre qué evocaba cada elemento en el contexto de nuestra labor clínica y comunitaria para recoger percepciones reales y diversas. A partir de esta base, se diseñó una imagen donde constaban los tres elementos y las palabras que sugerían: agua, flexibilidad, movimiento, vida y cambio; muro, defensa, resistencia, sostén y refugio; y fuego, pasión, acción, energía, impulso y compromiso.

No somos solo médicos: somos elementos vivos que actúan en equilibrio. Cuando todo se desborda, somos el muro que contiene. Cuando todo se seca, somos el agua que llega. Cuando todo se enfría, somos el fuego que enciende. Esta representación no es solo una imagen: es una declaración de identidad. Somos presencia, somos fuerza, somos impulso. Somos agua. Somos muro. Somos fuego.