Se trata de una actividad comunitaria que nace de la petición de algunos profesionales del centro en vista del aumento de consumo de psicofármacos y bajas laborales por problemas de salud mental.

El objetivo es aportar herramientas de relajación y reflexión y realizar actividades que mejoren la confianza en los recursos personales para disminuir el estrés y ansiedad de la vida cotidiana.

En la primera sesión los participantes se presentaron, contando a qué se dedicaban y sus conflictos y sentimientos.

Durante la segunda se abordaron los recursos a los que pueden recurrir y la importancia de reconocerse a sí mismos como la herramienta más importante para afrontar el estrés.  

En la tercera se abordó el tema de la autoexigencia, a petición de los asistentes.

Por último, la cuarta sesión se dedicó a hablar de la incertidumbre y la competitividad.

Se trata de una actividad comunitaria en la que participaron 12 personas, de entre 30 y 58 años, dividida en 4 sesiones interactivas de 90 minutos en la que los asistentes compartían su experiencia personal con el grupo, siempre insistiendo en la confidencialidad de lo hablado. Al final de la sesión se dedicaban 20 minutos a técnicas de relajación.

Tanto por parte de los pacientes como de los profesionales la actividad fue valorada positivamente. Para próximas ediciones sería interesante estudiar el impacto positivo mediante variables cuantitativas, como podría ser el porcentaje de reincorporaciones al trabajo o disminución de dosis de antidepresivos.

No.