13-14-15 de noviembre de 2025
Enfoque individual
Paciente de 75 años. Antecedentes de carcinoma de endometrio y mareo en seguimiento por neurología. Sin alergias. En tratamiento con paracetamol, betahistina y Lorazepam.
Acude a consulta por cefalea de inicio brusco hace 24h. Asocia rigidez en el cuello, mareo, naúseas y vómitos. No fotofobia. El día previo acudió a urgencias y siendo diagnosticada de cefalea tensional. Refiere que el dolor de cabeza es el más intenso que ha tenido nunca (EVA 10/10) y se incrementa con cambios de posición. No traumatismo ni esfuerzo previos.
Hemodinámicamente estable: tensión arterial 145/80 mm Hg, afebril. Dolor a la palpación de musculatura paravertebral cervical y de ambos trapecios. Exploración cardiopulmonar y abdominal sin hallazgos. Escala de Glasgow 15/15. Llama la atención la inestabilidad en la marcha y el mareo que aumenta con la apertura ocular. No signos meníngeos.
Se deriva a urgencias hospitalarias donde realizan TAC craneal: Hemorragia subaracnoidea con patrón perimesencefálico. Se descarta causa aneurismático. La síntomatología fue mejorando progresivamente con nimodipino durante el ingreso.
Enfoque familiar y comunitario
Vive con su marido. Tiene apoyo de su hija que reside en el mismo pueblo
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Hemorragia subaracnoidea (HSA). Se debe realizar el diagnostico diferencial con: migraña, meningitis, malformaciones vasculares, alteraciones hemodinámicas cerebrales, tóxicos, traumatismos y neoplasias.
Tratamiento y planes de actuación
Fue dada de alta con nimodipino 60mg que fue retirándose progresivamente. Debido a hipotensión mal tolerada se cambió por ramipril 2,5mg con mejoría y control de cifras tensionales.
Evolución
Actualmente no muestra secuelas físicas, aunque sí ha experimentado pérdida de memoria reciente desde el episodio.
La hemorragia subaracnoidea es la extravasación de sangre en el espacio subaracnoideo. La mayor parte se producen por roturas aneurismáticas. Tiene una tasa de mortalidad del 40% el primer mes. La HSA perimesencefálica representa un 10% y tiene un mejor pronostico.
La HSA es una emergencia neurológica que requiere una identificación rápida en la consulta de atención primaria. Como médicos de familia, debemos estar especialmente atentos ante cualquier paciente que presente una cefalea súbita e intensa, acompañada de náuseas o vómitos. La ventaja de conocer bien a nuestros pacientes nos permite detectar tempranamente las señales de alarma, facilitando un diagnóstico precoz y un manejo rápido y eficaz.