13-14-15 de noviembre de 2025
Los menores viven en un entorno cada vez más digitalizado. El uso de pantallas se ha asociado con retrasos en el desarrollo psicomotor y dificultades en el aprendizaje. Sin embargo, investigar este fenómeno resulta complicado debido a una falta de conciencia social y la tendencia a minimizar sus consecuencias.
Desarrollamos un proyecto para describir el uso de pantallas en menores de 0 a 3 años atendidos en un centro de Atención Primaria, así como analizar su posible asociación con el uso de pantallas por parte de sus cuidadores principales. Inicialmente, las entrevistas a los tutores legales estaban previstas de forma presencial, sin embargo, los resultados de la prueba piloto indicaron que muchos cuidadores tendían a ofrecer respuestas socialmente deseables, minimizando la exposición de los menores a las pantallas. Ante esta situación, fue necesario modificar el diseño del protocolo, optando por un cuestionario en línea y anónimo, con el fin de obtener respuestas más sinceras y ajustadas a la realidad. A pesar de la difusión del estudio a través de las pantallas informativas del centro de salud, en centros educativos del área (colegios y guarderías), y mediante el personal de pediatría de Atención Primaria se obtuvo solo una tasa de respuesta del 16% (de un total de 433 encuestas enviadas) en un periodo de 90 días.
Sigue habiendo una falta de conciencia social con respecto a la exposición de pantallas en menores. Esto dificulta una evaluación precisa de la magnitud del problema y limita la realización de medidas preventivas eficaces.
Futuros estudios en los que pueden existir barreras para la recogida de información deben abordarse de manera multidimensional con una estrategia sólida de comunicación y difusión previa del proyecto. Esto resulta clave para generar confianza, aumentar la participación y garantizar la recogida de los datos.