Comunicaciones: Casos clínicos

Una urticaria poco común (póster)

Ámbito del caso

Urgencias

 

Presentación

Paciente de 61 años que acude a Urgencias por presentar urticaria generalizada de dos semanas de evolución, que no mejora con Polaramine. La familia cree que se debe a unas croquetas en mal estado que comió. Esta mañana presenta un pico febril de 39 ºC. Antecedentes personales: epilepsia recién diagnosticada en tratamiento con carbamazepina desde hace un mes. A la exploración física, el paciente presenta regular estado general. Constantes: PA 99/74 mmHg, FC 92 lpm, Tª 38 ºC. Erupción maculopapular confluente formando placas que desaparecen a la vitropresión. La erupción abarca todo el tronco y se extiende por las extremidades superiores hasta los brazos y por las inferiores hasta las rodillas. Se observan adenopatías submandibulares. Se solicitan pruebas complementarias. Hemograma: leucocitos 5.710 (eosinófilos 11 %). Bioquímica: creatinina 1,76, urea 54, transaminasas normales. PCR 5,8. Biopsia cutánea (solicitada posteriormente): cambios compatibles con hipersensibilidad a fármacos. Test de transformación linfocitaria a carbamazepina y levetiracetam.

 

Desarrollo

El diagnóstico diferencial incluiría numerosos procesos como infecciones virales, toxicodermias, síndrome de shock tóxico, sepsis, linfomas, leucemias, colagenosis, vasculitis, Kawasaki, síndrome hipereosinófilo, enfermedad de Still... Diagnóstico final: síndrome DRESS.

 

Conclusiones

Evolución: el paciente ingresa en la planta de Dermatología. Tras contactar con la neuróloga de guardia, esta aconseja suspender el tratamiento con carbamazepina e introducir Keppra 500 mg/12 h cuando el cuadro clínico haya mejorado. El paciente evoluciona favorablemente. Las manifestaciones clínicas del síndrome DRESS suelen aparecer a las 2-8 semanas de la exposición al fármaco responsable. La primera medida es retirar el fármaco sospechoso de haber provocado el síndrome. Los glucocorticoides sistémicos constituyen el tratamiento más aceptado; su efecto beneficioso se atribuye a la inhibición de la interleucina IL-5 en el proceso de acumulación de eosinófilos, como se ha demostrado en el síndrome hipereosinófilo. La N-acetilcisteína es eficaz en toxicodermias secundarias a anticonvulsivantes y ha sido empleada en el tratamiento de síndrome DRESS.

 


Comunicaciones y ponencias semFYC: 2024; Comunicaciones: Casos clínicos. ISSN: 2339-9333

Autores

Cerezo Sanchez, Paloma
CS Albuñol. Área de Gestión Sanitaria Sur de Granada. Granada
Lara Carvajal, Amalia
Hospital Comarcal de Baza. Granada
Warletta Tirado, Inmaculada
CS Sineu. Mallorca. Baleares